La dinámica que hace efectiva
la
locura, es que el loco se muerde
el codo
derecho, mientras que con
el ojo
izquierdo le hace guiñapos
a la
hambruna del vulgo.
También
ocurre lo contrario,
y toda
esa parafernalia desemboca
en un
partido quienes siempre dicen
surcar
no sé qué cosa tan novedosa de liberación.